jueves, 27 de septiembre de 2012

27 de septiembre de 2012

Antes de ayer fue el cumpleaños de papá. Bueno, habría cumplido años: 83. Pero se fue de aquí con 77. Que estés bien, papá.

Dicen que el tiempo lo cura todo, y que se supera la muerte de un ser tan querido... Yo no lo veo así: simplemente, uno se va acostumbrando a no llorar cada día, y aprende a esquivar los momentos más peligrosos de nostalgia que tanto siguen doliendo. Ya han pasado cinco años y medio, y sigo echándote de menos cada día; cada vez que vuelvo a nuestra casa familiar y sé que no estarás, y sé que solo encontraré a mamá (y que encontraré a mamá sola, que este es otro dolor).  Suelo pensar en esto en el avión, sin buscarlo. Y reconozco que en cierta manera me gusta llorar por ti, es como si estuviera más cerca un ratito... Extraño, ¿no?

Sigo echándote de menos sentado en tu sitio en el salón; en tu agotada silla del despacho, frente a la máquina de escribir (no tuvimos tiempo de descubrirte el mundo de los ordenadores, creo que te habría encantado). Intento no pensar demasiado en ti: siempre termino llorando. Te recuerdo aún cada día. Eso está bien.

Cada vez te admiro más: cuanto mayor soy, más consciente me hago de lo que cuesta abrirse camino en la vida, destacar,  triunfar profesional y socialmente. Más admiración aún conociendo que tus orígenes no fueron los de un niño al que le fue todo fácil: tuviste que esforzarte desde pequeño, y subir cada peldaño con la sola ayuda de tu inteligencia, tesón y trabajo. Creo que has tenido una vida llena, completa en casi todos los campos, vivida plenamente, y has dejado un gran fruto: una gran familia, y un gran ejemplo. Eras un hombre tranquilo, siempre, y a la vez siempre activo. Tus hijos te recordamos siempre ocupado, en alguna de tus muchas aficiones:y, por supuesto, volcado en tu profesión de médico, y tus responsabilidades de director de hospital.

En fin, papá: que te echo muchísimo de menos. Te quiero. Y gracias por tanto bueno.

Seguimos hablando, querido mío. Sigues en mi vida, que deseo que sea alegre, al igual que lo fue la tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario